Sin dudas correr es una actividad física que puede ayudarnos en nuestra salud, tanto física como mental. Descubre aquí los beneficios y desventajas de correr descalzo. ¡Te asombrarás!
Cuando hablamos de correr descalzo nos referimos a una variante de esta actividad que consiste en hacerlo correr sin zapatillas u otro tipo de calzado. Seguro hayas visto correr a deportistas descalzos sobre arena, pero es posible entrenar en otros suelos, como césped, tierra y cintas de correr.
¿Cuáles son los beneficios de correr descalzo?
- Aumenta el contacto del pie con el suelo. Por lo tanto, esto permite ejercitar ciertos músculos del pie y pantorrilla, de una manera diferente.
- Mejora el equilibrio y posición cuerpo en el terreno. Por consiguiente, realizar esta práctica previene y nos ayuda a evitar lesiones. Al estar en contacto directo con el suelo podemos sentir mejor nuestro cuerpo en el espacio y trabajan de forma óptima las articulaciones de la rodilla y la cadera. Esto se lograr con el contacto de la zona media del pié.
- Es posible optimizar el consumo energético y prevenir lesiones por impacto, sobre todo en la parte anterior de las rodillas.
- Reduce cierto tipo de inflamaciones, como la fascitis plantar. La «flascia plantar» (parte delantera del pie) se estira al correr descalzo y aterrizar con el antepié, algo que no ocurre de esta manera usando calzado.
Desventajas de correr descalzo
- Lesiones en el talón de aquiles. Suelen provocarse al correr apoyando principalmente la parte delantera del pie.
- Lesiones cutáneas. Al correr descalzo el pie toma contacto directo con la textura del suelo según donde desarrolle la actividad. De este modo puedes lesionarte o herirte los pies con piedras, vidrios, ramas, espinas, etc.
- Engrosamiento de la piel del pie. Ocurre como resultado natural del continuo contacto del pie con el suelo.
¿Puedo correr descalzo en la caminadora?
Una investigación realizada en Estados Unidos señala que es más beneficioso correr descalzo en la caminadora que hacerlo con zapatillas deportivas, debido a que se incrementa la fuerza de rotación y movilidad en rodillas y cadera. También asegura que al hacerlo es posible prevenir lesiones que habitualmente sufren los corredores profesionales.
A nuestro criterio correr descalzo en la caminadora puede contribuir a nuestra salud pero debemos ser mucho más cuidadosos que al hacerlo en otra superficie. ¿Por qué? porque que la cinta de la caminadora al estar impulsada por un motor, nos obliga a movernos sin hacer pausas y genera una mayor fricción sobre la piel del pie que puede causar lastimaduras o heridas. Y ni hablar si aplicas una velocidad alta al hacerlo.
Recuerda: en caso de utilizar cintas caminadoras lo conveniente y lo adecuado siempre será caminar y no correr o caminar a paso semi-rápido y por cortos intervalos de tiempo. ¡Hacerlo de esta manera te ahorrará molestias y consecuencias no deseadas en la planta de tus pies!
Cuidados al correr descalzo
¿Quieres experimentar en primera persona los beneficios de correr descalzo? Si ya tomaste la decisión te compartimos algunos cuidados muy necesarios e importantes.
- Comenzar despacio y de forma progresiva. ¡No quieras hacerlo todo en tu primer caminata o ejercitación! Es necesario que acostumbres tus pies, tu cuerpo y tu psicología a desarrollar esta actividad y te ahorres lesiones. Por eso lo mejor será trazar un circuito e irlo ampliando con el paso del tiempo y conforme te vayas acostumbrando.
- Es recomendable iniciar una rutina corriendo en la arena. Eso si, no vayas a hacerlo en pleno verano y con una temperatura alta, puesto que lo único que vas a lograr es quemarte la planta de los pies. ¿Por qué es preferible la arena? Por que no ofrece tantos peligros como hacerlo en otros terrenos como en parques o entre medio de la hierba, caminos de tierra y asfalto, donde puedes pisar cosas que pueden cortarte y lastimarte, como las que habíamos señalado anteriormente.
- Realiza ejercicios complementarios: esto permitirá fortalecer más rápido los músculos del pie. Existen ciertos ejercicios que pueden ayudarte mucho a lograrlo: las estocadas, las sentadillas, flexiones de piernas. También es conveniente que realices ejercicios de estiramiento y elongación para prevenir calambres y desgarros.
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