Cuando las bolsas sinoviales de las articulaciones se inflaman, ocurre la bursitis. Las articulaciones se mueven más fácilmente y sin dolor con estas bolsas.
¿Qué es la bursitis?
La bursitis es una condición que ocurre cuando se inflaman unas bolsitas que tenemos en las articulaciones, llamadas bolsas sinoviales. Estas bolsas nos ayudan a que las articulaciones se muevan con facilidad y sin dolor.
La bursitis puede ser causada por una variedad de razones, como un golpe, una infección, una enfermedad o un uso excesivo de la articulación. Los síntomas de la bursitis incluyen dolor, hinchazón, enrojecimiento y dificultad para mover las articulaciones.
El tratamiento de la bursitis depende de la causa y la gravedad de los síntomas y puede incluir reposo, hielo, calor, medicamentos, ejercicios, inyecciones o cirugía. Se puede prevenir la bursitis evitando los factores de riesgo y manteniendo una buena salud de las articulaciones.
¿Cuál es la causa de la bursitis y cómo se trata?
La bursitis es una inflamación de las bolsas sinoviales, que son unas estructuras llenas de líquido que amortiguan las articulaciones. La bursitis puede ser causada por varios factores, como el uso excesivo o repetitivo de la articulación, una lesión, una infección o una enfermedad como la artritis o la gota.
El tratamiento de la bursitis depende de la causa y la gravedad de los síntomas. En general, se recomienda reposar la articulación afectada, aplicar hielo o calor, tomar medicamentos antiinflamatorios o analgésicos, y hacer ejercicios de estiramiento o fisioterapia. En algunos casos, se puede recurrir a la inyección de corticoides, la aspiración del líquido o la cirugía.
¿Qué síntomas tiene la bursitis y cómo se diagnostica?
Los síntomas más comunes de la bursitis son el dolor, la hinchazón, el enrojecimiento y la limitación del movimiento de la articulación. Estos síntomas pueden variar según la localización y la causa de la bursitis. Por ejemplo, la bursitis de la rodilla puede provocar dificultad para caminar o arrodillarse, mientras que la bursitis del hombro puede causar dificultad para levantar el brazo o dormir sobre el lado afectado.
El diagnóstico de la bursitis se basa en el examen físico, la historia clínica y las pruebas de imagen, como la radiografía, la ecografía o la resonancia magnética. Estas pruebas pueden ayudar a descartar otras posibles causas del dolor articular, como una fractura, una tendinitis o una artritis. En algunos casos, se puede realizar una punción de la bolsa sinovial para analizar el líquido y detectar una posible infección o cristales de ácido úrico.
¿Qué tipos de bursitis existen y dónde se localizan?
Existen muchos tipos de bursitis, según la articulación que se inflame. Algunos de los más frecuentes son:
- Bursitis de la rodilla: afecta a la bolsa que se encuentra entre la rótula y la piel, o entre la rótula y el fémur. Se puede producir por una caída, un golpe, una infección o una artritis.
- Bursitis del hombro: afecta a la bolsa que se encuentra entre el hueso del hombro y el tendón del músculo supraespinoso. Se puede producir por un uso excesivo del hombro, una lesión, una infección o una artritis.
- Bursitis del codo: afecta a la bolsa que se encuentra en la parte posterior del codo. Se puede producir por un apoyo prolongado del codo sobre una superficie dura, un golpe, una infección o una artritis.
- Bursitis de la cadera: afecta a la bolsa que se encuentra entre el hueso de la cadera y el tendón del músculo glúteo mayor. Se puede producir por una lesión, una infección, una artritis o una alteración de la marcha.
¿Qué ejercicios o remedios caseros pueden ayudar a aliviar la bursitis?
Los ejercicios o remedios caseros pueden ser útiles para aliviar la bursitis, siempre y cuando se hagan con precaución y siguiendo las indicaciones del médico. Algunos de ellos son:
- Aplicar hielo o calor en la zona afectada, alternando cada 15 o 20 minutos, para reducir la inflamación y el dolor.
- Tomar medicamentos antiinflamatorios o analgésicos, como el ibuprofeno o el paracetamol, para aliviar el dolor y la inflamación. Se debe consultar con el médico la dosis y la duración del tratamiento, y evitar el consumo de alcohol.
- Hacer ejercicios de estiramiento o fisioterapia, para mejorar la movilidad y la fuerza de la articulación. Se debe evitar los movimientos que causen dolor o empeoren la bursitis.
- Usar una férula, una venda o una almohadilla protectora, para inmovilizar o proteger la articulación afectada y evitar el roce o la presión.
- Elevar la articulación afectada, para favorecer el drenaje del líquido y reducir la hinchazón.
¿Qué complicaciones puede tener la bursitis y cómo se previene?
La bursitis puede tener algunas complicaciones si no se trata adecuadamente o si se cronifica. Algunas de ellas son:
- Infección de la bolsa sinovial, que puede requerir tratamiento con antibióticos o cirugía.
- Calcificación de la bolsa sinovial, que puede provocar rigidez y dolor crónico.
- Rotura o desgarro de la bolsa sinovial, que puede causar una fuga de líquido y una inflamación mayor.
- Limitación funcional o discapacidad de la articulación, que puede afectar a la calidad de vida y a la realización de las actividades cotidianas.
La prevención de la bursitis se basa en evitar o reducir los factores de riesgo que la pueden causar. Algunas medidas preventivas son:
- Evitar el uso excesivo o repetitivo de la articulación, y hacer pausas frecuentes para descansar y cambiar de posición.
- Evitar las lesiones o los golpes en la articulación, y usar protección adecuada si se practica algún deporte o actividad de riesgo.
- Mantener un peso saludable, para evitar la sobrecarga de las articulaciones.
- Hacer ejercicio regularmente, para mantener la flexibilidad y la fuerza de los músculos y las articulaciones.
- Tratar las enfermedades que pueden provocar bursitis, como la artritis o la gota, y seguir las recomendaciones del médico.